El asesinato a balazos en Guatemala del cantautor argentino Facundo Cabral desató una ola de rechazo en Latinoamérica, donde gobiernos y artistas recordaron al trovador pacifista de 76 años, célebre por temas como "No soy de aquí ni soy de allá".
"Guatemala repudia este cobarde hecho que enluta a toda Latinoamérica, en particular al noble pueblo argentino", señaló el gobierno de Alvaro Colom en una carta enviada a su par argentino.
El músico fue atacado a balazos por desconocidos cuando se dirigía en la madrugada del sábado del hotel en que se alojaba en Ciudad de Guatemala hacia el aeropuerto internacional La Aurora, desde donde tenía previsto viajar a Nicaragua. Recibió 16 balazos y murió en el acto, según la policía.
"Vamos a encontrar a estos criminales para hacer justicia", prometió a su vez el mandatario Alvaro Colom en declaraciones a la argentina Radio 10 desde su país.
El presidente de Venezuela, Hugo Chávez, expresó su consternación por el asesinato.
"¡Ay que dolor! ¡Mataron al gran trovador de Las Pampas! ¡Viva Facundo Cabral! Lloremos con Argentina y con toda Nuestra Patria Grande!", escribió el mandatario en su cuenta en la red social Twitter.
El mandatario colombiano, Juan Manuel Santos, también lamentó la muerte del argentino.
"Muchos de ustedes deben ser fans de Facundo Cabral, y toda América Latina y nosotros aquí en Colombia. Yo, personalmente, lamento este vil asesinato", dijo Santos al comenzar un discurso público este sábado en Bogotá.
Las autoridades guatemaltecas están tras la pista de los responsables de un asesinato que aumenta la de por sí abultada lista de muertes violentas en ese país, mientras el gobierno estadounidense ofreció su colaboración en las investigaciones.
Las primeras investigaciones indican que el objetivo de los sicarios era el empresario nicaragüense Henry Fariña, quien había contratado a Cabral para estas presentaciones, dijo en conferencia de prensa el ministro de Gobernación Carlos Menocal.
Con una tasa anual de 50 homicidios por año cada 100.000 habitantes, seis veces por encima de la media mundial, Guatemala es uno de los países más violentos de Centroamérica, a su vez la región más violenta del mundo según Naciones Unidas.
El presidente de Ecuador Rafael Correa no excluyó que se hubiera tratado de "un acto de venganza". "Puede ser, porque Facundo fue un denunciante muy fuerte de las dictaduras, tuvo que exiliarse por ser opositor a la dictadura argentina, fue un acérrimo crítico de la extrema derecha, de las dictaduras de Centroamérica", afirmó en su informe semanal de labores.
El gobierno de Nicaragua también expresó "su consternación y solidaridad por la muerte trágica del cantautor argentino Facundo Cabral", a través de un comunicado leído y firmado por la primera dama y portavoz oficial, Rosario Murillo.
El intérprete y autor argentino Alberto Cortéz, con quien Cabral realizó una exitosa gira de cuatro años entre 1994 y 1998 por América Latina y Europa, prefirió recordarlo por su enorme sentido del humor.
"Facundo era un tipo con un humor extraordinario. Fue un gran amigo con una especial calidad y capacidad para transmitir su misticismo a la gente", dijo Cortéz desde Madrid.
La Premio Nobel de la Paz y líder indígena guatemalteca Rigoberta Menchú estimó que Cabral "fue asesinado por sus ideales", probablemente "por el odio del fascismo", dijo. "Yo no encuentro ninguna lógica de la muerte de Facundo Cabral aquí en Guatemala. Él solo vino a cantar", puntualizó.
El izquierdista partido de la ex guerrilla salvadoreña Frente Farabundo Martí por la Liberación Nacional, que llevó al gobierno al presidente Mauricio Funes, lamentó el asesinato de "el gran Facundo Cabral, un personaje que cantó el dolor de los pueblos latinoamericanos", según dijo un portavoz de esa organización a la AFP.
Cabral fue un cantautor argentino nacido en la provincia de Buenos Aires que recorrió el mundo con su trova en la que mezclaba el desparpajo y la cruda ironía con las reflexiones sobre la vida, el amor y la paz.
"No soy de aquí ni soy de allá" fue una de las canciones que le valió la fama en los años 70 y la que mejor describe su actitud hacia la vida, que él mismo definió como la de un "vagabundo que busca ser feliz".
Su mayor fama la logró en Argentina en los años 80, cuando regresó de su exilio en México durante la dictadura militar (1976-1983).
Sus canciones fueron grabadas en nueve idiomas y cantó junto a artistas como el estadounidense Neil Diamond, el español Julio Iglesias y el mexicano Pedro Vargas.
A lo largo de su carrera grabó una veintena de discos cuya producción matizó con la escritura, en la que había una fuerte impronta mística.
Su constante llamado a la paz le valió un reconocimiento de la Unesco, que lo declaró Mensajero Mundial de la Paz en 1996.